El Departamento mantiene, antes de empezar cada curso, reuniones con el profesorado de cada una de las asignaturas, a fin de que exista la mayor coordinación posible entre los diferentes grupos, tanto en lo referente a la docencia teórica y práctica, como al sistema de evaluación. A tal efecto cada asignatura del Departamento tiene nombrado un Profesor Coordinador, encargado de unificar las acciones anteriores y de informar del grado en que se está cumpliendo cada una de ellas. El cumplimiento, en cuanto a la enseñanza teórico-práctica, es casi absoluto; mientras que en los sistemas de evaluación aún existen cuestiones que deberán mejorarse, para que los resultados sean óptimos y de igualdad para la totalidad del alumnado de cada materia. La incorporación de los nuevos planes de estudio (y la progresiva desaparición de los antiguos) han planteado nuevos retos para colaboración entre el profesorado. Por una parte, para las asignaturas de los nuevos estudios de grado, se ha venido incidiendo (ya incluso antes de sus definitivas aprobaciones) en el necesario cambio de mentalidad del profesorado que las está impartiendo o impartirá en futuros cursos, habituado a una distribución "clásica" de clases sobre la base de "clases teóricas" y "clases prácticas". En sucesivas reuniones este profesorado se va adaptando a conceptos como los de "tutorías colectivas" o "trabajo autónomo" y a lo que esto representa para la impartición de cada asignatura. Igualmente, para el nuevo alumnado de estudios de grado, supone un cambio de mentalidad (muy especialmente para los alumnos que, habiendo empezado en algún plan ahora en extinción, han decidido pasarse a los nuevos títulos de grado, por lo que han pasado por la sistemática de ambos métodos. El profesorado tiene instrucciones precisas para facilitar los cambios de hábitos de clase, estudio y tutorías para el alumnado de los títulos de grado, siempre bajo el auspicio del Profesorado Coordinador de cada asignatura. Por lo que respecta al otro caso citado, el de las asignaturas de primer curso de los títulos a extinguir (Arquitectura Técnica y Arquitectura); dado que, aunque no haya docencia oficial de las mismas, deberán realizarse tutorías y exámenes finales, el curso recién empezado 2010-2011, se ha establecido una normativa interna para la distribución, del alumnado de estas asignaturas a extinguir, entre los distintos profesores (para tutorías y evaluación, exclusivamente), mediante petición que puede hacer el alumnado con un formulario que puede descargar de la página web del Departamento. De esta forma se propicia una distribución lo más uniforme entre el profesorado, para tutorías y evaluación, siendo responsable del acta única que se obtendrá de dichas asignaturas el Profesor Coordinador de cada una. Para sucesivos cursos, en que deberán cohexistir la incorporación de nuevas asignaturas, de segundo a último curso de los nuevos títulos de grado, con la progresiva desaparición de las asignaturas de planes a extinguir (tras cuatro convocatorias de examen, lo que supone dos cursos más para cada una de ellas) las planificaciones docentes deberán irse alterando curso tras curso (más de lo habitual en años precedentes) debido a situaciones como: -cambios de curso de determinadas asignaturas (lo que obligará al profesorado responsable de su impartición a "desdoblar" sus esfuerzos para solapar ambas docencias, en el caso de que pase de un curso superior a uno inferior en el nuevo plan; o a carecer de docencia durante un curso (en el caso contrario); -desaparición de antiguas asignaturas (lo que obligará a "reubicar" al profesorado en otras asignaturas); -creación de nuevas asignaturas que no hubiese en el plan antiguo (lo que obligará adquirir conocimientos suplementarios a determinado profesorado), cambios de asignaturas que pasan de ser optativas a obligatorias, cambios en la carga docente de asignaturas, etc. Todo lo indicado no hará sino hacer aún más necesaria la coordinación académica en el Departamento, necesitar del actual equipo de Dirección de una mayor dedicación; del Consejo de Departamento y de las correspondientes comisiones de una mayor frecuencia de reuniones; y, en general, a nivel individual de una mayor participación y colaboración a todos los niveles.